Cerca de 150 escuelas palestinas en Jerusalén ocupada cerraron sus puertas para protestar contra los planes de Tel Aviv de imponer su plan de estudio o partes de él como alternativa al modelo palestino. La resistencia también implica las esferas de la educación y la identidad.
Durante la jornada se realizó un taller de informática, se donaron libros a la biblioteca y se abrió la posibilidad de restablecer la beca otorgada por el Colegio Chileno Árabe de Concepción.
La cultura árabe controló gran parte de la península ibérica durante siglos, durante los cuales su idioma influyó profundamente en la lengua española que se iba forjando en Castilla. Estas lenguas enriquecieron el vocabulario añadiendo nuevo léxico sin destruir vocablos ya existentes.
La actividad, coproducida entre el Centro Árabe de Concepción y la ONG Triángulo, tuvo como finalidad generar espacios interculturales y promover el cuidado del medioambiente a través del reciclaje.
El ministro de Educación interino libanés, Tarek Majzoub, informó que los estudiantes regresarán gradualmente a las clases presenciales a partir del 27 de septiembre.
Como cada año, el Centro Árabe de Concepción participó en la premiación al “Espíritu Palestino” en la ceremonia de graduación de la Escuela Palestina de Palomares.
Este reconocimiento fue otorgado a la estudiante Valentina Lobos.
El premio “Espíritu Palestino” fue creado por el Centro Árabe, sumándose a todos los reconocimientos que tradicionalmente entregan los establecimientos a sus estudiantes al finalizar el ciclo educativo. Se inspira en la historia de resistencia palestina y reconoce la fuerza y perseverancia estudiantil ante la adversidad.